El uso de la inteligencia artificial (IA), en los últimos años, se ha generalizado en distintos campos e industrias. En el ámbito legal, su aplicación ha generado un intenso debate y opiniones encontradas.

Aplicación de la inteligencia artificial en el derecho colombiano

Recientemente, en Colombia, se han dado casos emblemáticos de la aplicación de la IA en el ámbito judicial. Por ejemplo, el Juez Primero Laboral del Circuito de Cartagena utilizó una herramienta de IA para emitir una sentencia de tutela relacionada con el derecho a la salud de un menor con trastorno de espectro autista, al obligársele a su madre a proceder con el pago de cuotas moderadoras y copagos de servicios de salud ofrecidos por su EPS, sin tener los recursos económicos suficientes para asumirlos. Específicamente, en dicha sentencia, el fallador citó ciertos extractos de ChatGPT, el generador de texto de inteligencia artificial de la empresa OpenAI, respaldando la decisión de salvaguardar el derecho constitucional.

Posteriormente, a esta iniciativa se unió el Despacho 01 del Tribunal Administrativo de Cartagena al citar también a ChatGPT en una providencia (esta vez en un auto), en el que se decidió sobre la pertinencia o no de celebrar la audiencia inicial de un proceso de reparación directa en el metaverso. En este caso, la magistrada ponente usó la herramienta para obtener información sobre los avatar (imagen o figura que se utiliza para representar a una persona o usuario en un entorno virtual) y los distintos métodos de validación existentes en audiencias celebradas en el metaverso, para soportar la metodología a ser usada en la diligencia en cuestión.

Ambas decisiones han generado múltiples opiniones en el sector legal. Algunas considerando impertinente y riesgoso el uso de herramientas de este tipo y otras, por el contrario, aplaudiendo la iniciativa de los jueces en la adopción de nuevas tecnologías.   Y es que, evidentemente, la inteligencia artificial en el derecho, puede ofrecer beneficios significativos, pero también existen riesgos y desventajas asociados con su uso.

Beneficios asociados con la inteligencia artificial en el derecho

En cuanto a los beneficios, la IA puede ayudar a los profesionales del derecho a realizar tareas repetitivas, permitiéndoles centrarse en tareas estratégicas que requieren de habilidades humanas como el juicio y la toma de decisiones. Adicionalmente, la inteligencia artificial en el derecho puede lograr analizar grandes cantidades de datos de manera más rápida y precisa que los mismos seres humanos.

Un ejemplo de esta capacidad lo ha demostrado el aplicativo de IA, PretorIA, que desde hace varios años ya utiliza la Corte Constitucional colombiana para hacer más eficiente el proceso de selección de los castos de tutela que son objeto de revisión por la misma. Según esta corporación, este aplicativa agrupa, analiza y clasifica información “de más de 2.500 sentencias diarias que recibe la Corte, (…), para que ésta pueda identificar los casos más relevantes en su función de fortalecer el precedente judicial y garantizar en última instancia la justicia material.” Una tarea de esta naturaleza, ejecutada por seres humanos, sin duda, requeriría de un alto gasto de recursos humanos y tiempo.

Desafíos y riesgos asociados con el uso de la inteligencia artificial en el derecho

En cuanto a los riesgos asociados con el uso de la inteligencia artificial en el derecho, podemos encontrar aquel relativo al sesgo o imparcialidad. Teniendo en cuenta que los datos de la IA son proporcionados por seres humanos, las inclinaciones u orientaciones que estos tengan sobre determinados temas, también se transferirán a las herramientas y estas podrían terminar entregando a sus usuarios datos parcializados. Un ejemplo de esto es la predisposición que tienen algunas herramientas de IA de creación de imágenes, a partir de texto, a generar imágenes de hombres o mujeres de piel blanca cuando no se les especifica su color de piel.

Otro riesgo es la falta de precisión en la información que entregan este tipo de herramientas. Muchas veces los sistemas de IA no son exactos en los datos que arrojan, o, incluso, generan datos falsos. Esto puede deberse a distintos factores, como aquellos geográficos o temporales, que deben ser considerados a la hora de utilizar una herramienta de IA. ChatGPT, por ejemplo, se encuentra actualizado hasta el año 2021, esto quiere decir que no es objeto de actualización constante por sus creadores. Incluso, el mismo aplicativo lo menciona, cuando se le pregunta hasta que fecha recibió datos de entrenamiento.

Con base en lo anterior, es posible concluir que las herramientas de IA, como cualquier invención de los seres humanos, son imperfectas y, si bien cuentan con una serie de beneficios y ventajas, también tienen riesgos asociados.

Nuestra conclusión

La aplicación de este tipo de herramientas en el derecho, deben ser implementadas de manera responsable por los profesionales, procurando:

1. Someter y rectificar la información que se genera por este tipo de herramientas, para garantizar la idoneidad y precisión de los datos que van a ser usados.

2. Evitar delegar en estas herramientas las actividades que deben ser ejecutadas con rigurosidad técnica, entendiendo que estos sistemas no cuentan con la experiencia, estudios o criterio necesarios para reemplazar de manera autónoma la tarea de un abogado.

En relación con este punto, se considera importante también evitar  las citas, en cualquier tipo de documentos jurídicos, generadas por las herramientas de AI, como argumento de autoridad. Lo anterior, ya que no son afirmaciones que provengan de expertos jurídicos y no resultaría aceptable adoptar decisiones o llegar a conclusiones técnicas a partir de las mismas, a diferencia de lo que ocurre cuando se citan otras fuentes tales como: la jurisprudencia, la ley o la doctrina.

Así, pues, en relación con la implementación de la inteligencia artificial en el derecho, habrá que tener en cuenta que la misma deberá usarse de manera responsable por los profesionales, entendiéndose sus límites y riesgos, y trabajando para mitigarlos a medida que esta se continúe incorporando en su trabajo diario. Lo anterior, para lograr obtener el verdadero valor de la IA en la prestación de los servicios jurídicos.

¿Cuál es la opinión de ChatGPT respecto a este artículo?

“En resumen, el uso de la inteligencia artificial en el derecho y en la prestación de servicios jurídicos puede revolucionar la forma en que se entregan estos servicios. La IA puede ayudar en el análisis y procesamiento de grandes cantidades de datos, la identificación de cláusulas problemáticas y la automatización de tareas repetitivas. Sin embargo, la IA no puede reemplazar completamente a los abogados humanos, y es importante abordar las preocupaciones éticas y de privacidad que surgen con su uso. En definitiva, la IA puede ser una herramienta valiosa para los abogados, pero su uso debe ser abordado con cuidado y precaución.” (Conclusión sugerida al presente artículo generado por ChatGPT)

En JVB Abogados ya estamos sumándonos a este tipo de tecnologías que facilitan las tareas administrativas de los abogados de la mano de Doclick y su plataforma para la creación automatizada, firma electrónica y gestión de contratos.


REFERENCIAS

Artículo: El uso de la inteligencia artificial en el ámbito judicial: retos y oportunidades

https://www.ejemplo.com/articulo1

Informe: Impacto de la inteligencia artificial en el derecho y la justicia

https://www.ejemplo.com/informe2

Artículo Corte Constitucional: PRETORIA, un ejemplo de incorporación de tecnologías de punta en el sector justicia

https://www.corteconstitucional.gov.co/noticia.php?PRETORIA,-un-ejemplo-de-incorporaci%C3%B3n-de-tecnolog%C3%ADas-de-punta-en-el-sector-justicia-8970

Estudio: La aplicación de la inteligencia artificial en el derecho comparado

https://www.ejemplo.com/estudio3

Guía: Buenas prácticas para el uso de la inteligencia artificial en el ámbito legal

https://www.ejemplo.com/guia4

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